Por: Jajam Salomon Michan Shlit"a
Para entender la fuerza que tiene el habla y lo que decimos, cuenta el Talmud:
En una ocasión llegaron unos secuestradores a Israel a pedir rescate para liberar a unas mujeres. El padre de Shmuel mandó a varias personas a cuidar a esas mujeres para que no las dañaran los secuestradores.
Shmuel preguntó a su padre:
—Y hasta ahora, ¿quién las ha cuidado?
En otras palabras, no era necesario mandar a cuidar a esas mujeres, pues seguramente ya las habían dañado y resultaba innecesario cuidarlas más.
Le dijo su padre:
—Si fueran tus hijas las mujeres que están secuestradas, ¿dirías lo mismo?
Cuenta el Talmud que en ese momento secuestraron a las hijas de Shmuel, por cuanto que el padre lo dijo (incluso sin intenciones malas y no como una maldición).
Esas palabras tuvieron la fuerza de provocar que secuestraran a las hijas de Shmuel.
Cuidado con lo que dices!!!
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