LA MUJER NO ES UNA ESCULTURA


La industria ha procurado vender a la mujer como un producto que debe tener una forma específica, dicha situación no ha dejado al judaísmo de lado y de alguna manera u otra las mujeres judías pueden correr el riesgo de caer en dicho juego.
La idea publicitaria vende mujeres delgadas, venden emociones, sueños y hasta deseos y una vida de fabula que no es mas que una mentira plástica.
La mujer judía debe ser muy precavida, para no ser parte de dicha falacia.
El culto por el cuerpo es basado en la idea griega.
Al respecto Gila Manolson añade lo siguiente:
“Pero eso no es todo. Luego los publicistas “venden defectos”: No somos lo suficientemente delgadas, nuestros estómagos no son lo suficientemente planos, nuestras figuras no están lo suficientemente “esculpidas” (¡como si las mujeres fueran esculturas!), nuestros labios no son lo suficientemente rellenos, nuestro pelo no es lo suficientemente brilloso, nuestras pestañas no son lo suficientemente largas – en otras palabras, no somos lo suficiente”.
La belleza esta por encima del hecho superficial, no porque una mujer sea rellenita necesariamente es fea, asumir dicho pensamiento es aceptar la idea que la sociedad y la industria manejan.
“En abril de 2009, Susan Boyle, de 47 años, apareció en el popular programa de televisión Britain’s Got Talent. Rellenita y sin maquillaje, vestida y peinada no a la moda, no lucía exactamente como una candidata al estrellato. Cuando dijo que su sueño era ser una cantante profesional, los jurados la miraron con mucho escepticismo. La audiencia miró incrédula.
Luego comenzó a cantar, y dejó a todos con la boca abierta. Esta mujer simplona de mediana edad tenía una voz magnífica.
Antes de que cantara cuatro estrofas ya estaban todos aplaudiendo. Y cuando terminó, la ovacionaron de pie. La gente no podía parar de aplaudir.
Todos la habían descartado. Y después estuvieron emocionados cuando se demostró que estaban equivocados.
Bien adentro, todos queremos superar la superficialidad. Queremos autenticidad.
Alguien escribió que “saber lo que es real requiere que recordemos que estamos utilizando anteojos, y que nos los saquemos. Uno de los momentos más grandiosos de la vida es cuando nos damos cuenta que los tenemos puestos”. Susan Boyle nos hizo entender que estábamos utilizando anteojos - y cuando nos los sacamos, el mundo fue mucho más bello. Porque así como alguien puede tener una linda voz, todos podemos tenemos una hermosa alma.
El Tzeniut nos permite dejar de prestarle atención a los mensajes de los medios de comunicación y enfocarnos en lo real”.
Tomado del libro "La Pureza De Las Hijas De Israel" Autor Boaz Fariñas.

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