Por: Uriel Sánchez y Raquel
Cabello
Hakarat Hatov, no sólo hace referencia a ser agradecidos, sino también al reconocimiento del bien que hemos recibido. Debemos mostrar gratitud hacia cualquier persona, criatura, cosa, etc., y con más razón a Di-s.
Cuando Di-s ordeno a Moshe Rabenu que golpee el rio para que salga la plaga de las ranas, o que golpee la tierra para que salgan los piojos, Moshe se rehusó, porque el agua del rio salvo a Moshe de niño, el rio le hizo un favor, y la tierra escondió al egipcio que Moshe mato por lastimar al judío, la tierra le hizo un favor, Es decir, fue agradecido, necesitamos reconocer favores no solo a judíos y no judíos, hasta con objetos inanimados.
La virtud principal que nos permitirá impedir que se vaya la bendición de
nuestras vidas es reconocer favores. Siendo agradecidos afectaremos de forma
positiva nuestros sentimientos y a su vez nuestras cualidades que son influidas
por éstos. Si no somos capaces de
agradecer a un objeto inerte no desarrollaremos la gratitud debida a los seres
vivos.
Moshe Rabenu dijo: “Un pozo del cual bebiste agua, no arrojes piedras, de algo te beneficiaste no lo perjudiques”.
Por lo tanto, el objetivo de ser agradecidos con los objetos más mínimos es propiciar los sentimientos correctos en nuestros seres que nos permitirá cultivar las debidas virtudes y cualidades para ser mejores personas día a día; y sobre todo alimentar el sentimiento debido de gratitud para con Di-s, apreciando desde lo más simple como es el aire que respiramos.
¿Es acaso posible pagar un bien que te hicieron con algo malo?
Dice en Mishlé el que paga un favor con algo malo, no se apartara el mal
de su casa. Si no cultivamos la virtud del agradecimiento desarrollaremos una
actitud presuntuosa pensando que no tenemos lo que merecemos y buscaremos
recibir cada vez más, nacerá en nosotros un sentimiento de amargura lo que
impedirá que podamos servir a Di-s con alegría, no creceremos como personas,
tendremos malos sentimientos y la única consecuencia lógica será una decadencia
paulatina de nuestras buenas virtudes.
La lógica de la mitzva de honrar a los padres es reconocer favores, ya que nos trajeron al mundo y nos cuidaron y educaron de niños. Cuando una persona recibe un favor, debe tener presente ese favor toda su vida y que trate de beneficiar al otro durante la misma.
En el Talmud dice:
“Es prohibido apiadarse del mal agradecido”.
El pecado de Adam Harishon, no fue comer del fruto prohibido, fue acusar
a Hava con Di-s cuando lo cuestiono al comer del fruto “la mujer que me diste,
me sedujo”, fue mal agradecido, por eso Di-s lo castigo.
No hay nadie peor delante de Di-s que el mal agradecido, es el peor pecado.
-Dedicado por la elevación del Alma de Sarah Carmen Sánchez hija de Sarah Imenu, Comunidad Judía de Saltillo.
Tomado Del Libro "Una Tacita De Cafè Con Musar".
Comentarios
Publicar un comentario