Nos dice el Talmud que debemos comportarnos como Rab Safrá en el tema de la verdad. La Guemará nos cuenta la cualidad de Rab Safrá: “Hablar la verdad en el corazón”.
Cuenta la Guemará que Rab Safrá tenía un objeto muy valioso que quería vender. Llegó una persona frente a él, pero Rab Safrá estaba rezando.
Le dijo el hombre que le vendiera ese objeto y le ofreció una cierta cantidad de dinero. Ya que Rab Safrá estaba rezando, no pudo contestarle y el hombre pensó que no quería vender ese objeto a ese precio, así que le ofreció más dinero. Tampoco le contestó Rab Safrá, ya que aún no terminaba. Cuando acabó de rezar, dijo Rab Safrá a este hombre:
—Toma el objeto a la primera oferta que habías hecho, ya que a ese precio lo había aceptado en mi corazón cuando me lo ofreciste.
De hecho, en el Kitzur Shulján Aruj está escrito: “La persona que se echa para atrás de un negocio ya pactado, sea el vendedor o el comprador, se llama una persona que carece de fe y no es del agrado de los Sabios Jajamim, ya que toda persona debe cuidar su palabra en lo que dice, incluso lo que piensa. Por ejemplo, si ya pensó en vender a un precio, no debe subirlo, para cumplir con la Guemará que dice: ‘Hablar la verdad en el corazón’”.
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