Por: Boaz Fariñas
El ser humano es sumamente
complejo, sus ideales y visión de la vida representan diferentes opiniones,
condicionadas en la mayoría de los casos por los conceptos culturales y morales
que podemos llegar a tener.

Al respecto de la palabra
–reproche- muchas personas opinan;
“Echar en cara", algo a
alguien. Pero en sí la expresión es más bien utilizada con cierta carga
negativa”.
Rabi Najman de Breslev enseña en
Likutey Moharan II, 8 lo siguiente;
“Aunque el reproche es algo muy
importante y debería ser obligación de cada uno reprender a su prójimo cuando
no se comporta correctamente, tal como está escrito en (Levitico
19:17):”Reprender, habrás de reprender a tu prójimo”- Pero a pesar de todo no
toda persona puede hacerlo. Y como ha dicho Rabi Akiva: “Dudo que exista en
esta generación alguien que pueda reprochar a los demás”, y sí Rabí Akiva dijo
esto en relación a su generación, entonces, tanto mas es actual en la nuestra”.
Si Rabi Akiva consideraba que en
su generación no existían personas dignas de reprochar, no imaginemos en estos
tiempos en los que vivimos, en los que lamentablemente nos hemos acercado mucho
a costumbres y formas de actuar alejadas de los valores que tiene la Torah.
LAS VENTAJAS DE RECIBIR UN
REPROCHE
Explica Rabino Simja Cohen en el
libro “Duo Eterno”;
“A la persona dispuesta a
escuchar un reproche, el Rey Shlomó, lo llama “Sabio”. Además afirma que ese
sabio va a querer a quien lo reproche, ya que quien lo reprochó lo ayudó a
crecer, como escribe en su libro Mishle ´… reprocha al sabio y te querrá´.
Aquí cabe mencionar que debido a
la importancia que tiene el reproche constructivo, que eleva, es una materia
amplia y compleja. A continuación, nosotros nos ubicaremos sobre las bases
principales de esta materia.
Ya nuestros sabios, antiguamente,
se ocuparon de las dificultades escondidas dentro del reproche, y por eso dijo
Rabí Elazar Ben Azaria: “me sorprendería si es que hay alguien en esta
generación que sepa reprochar”.
Explica Rashi: “que sepa
reprochar con respeto, sin que cambie su rostro” (Erjin 16:).
El Maharal pone de manifiesto la
falta de “reprochadores hábiles”, ya que para reprochar es necesario
"mucha inteligencia, hasta que acepte el reprochado, las palabras del que
reprocha. Es menester mucho talento para hablar con palabras agradables y
claras, hasta que estas entren en su corazón" (Netibot Olam, Netib
Hatojaja)”.
Rashi y el Maharal explican la
intención de las palabras de Rabí Elazar Ben Azaria, la dificultad no está en
llevar a la práctica el reproche al compañero o a su comportamiento, sino que
la crítica sea constructiva, beneficiosa y que eleve a la persona”.
EL CUIDADO AL HACERLO
Debemos tener sumo cuidado cuando
asumimos tener la autoridad de reprochar a nuestro prójimo ya que podemos
incurrir jas veshalom en una gran transgresión.
Encontramos en Pirkei Avot 3:11;
“Rabí Elazar HaModai dice: Quien desacraliza los objetos sagrados, quien
menosprecia los festivales, quien hace palidecer la faz de su compañero en
público, quien anula la alianza de Abraham, nuestro padre, y quien revela
facetas de la Torah en discrepancia con la Ley, incluso si posee Torah y buenas
obras, no tiene porción en el Mundo Venidero”.
Además no podemos olvidar; “Los
Jajamim dicen que humillar es como matar y el motivo es que la persona cuando
tiene una vergüenza fuerte se cambia su cara de blanco a rojo”.
El pueblo de Israel se
caracteriza por la unidad, esto irónicamente en medio de la divisiones que
tenemos, no podemos olvidar el sentido de corresponsabilidad existente de los
unos con los otros, al respecto dice
Rabí Eliezer: “Que el honor de tu prójimo te sea tan importante como el tuyo
propio” (Avot 2, 15).
Avergonzar al prójimo,
humillándolo con calumnias o aún con verdades, es también una forma de
asesinato. La lengua, es como una poderosa “espada de tres filos” Talmud
(Arajín 15b) ya que a su paso mata a tres personas: al que habla, de quien se
habla y quien escucha.
El Rabino Shalom Arush Sh”lita
explica lo siguiente;
“El reproche por lo general
debilita y causa dolor. Después de ser reprendidas, muchas personas pierden la
confianza en sí mismas y caen en la desesperación, destruyendo toda esperanza
de rectificación. Esa persona puede caer completamente del camino del bien,
creyendo que “no es buena” y por lo tanto el Creador no se complace con sus
plegarias y su cumplimiento de los Preceptos. Esa persona, con la ayuda de la
mala inclinación, llega a la conclusión “obvia” de que es mala y que no tiene
ninguna esperanza y por lo tanto se dice: “¿Para qué debo molestarme? –De
cualquier manera HaShem no quiere saber nada mi-…” Este es el tremendo daño que
se puede hacer reprendiendo a alguien incorrectamente” Libro “En el jardín de
la paz” capitulo dos pagina 57.
El señor Jaim Yafeh líder del
grupo de estudio Or HaGanuz en el estado Aragua-Venezuela expone:
“La verdad es que en estos
tiempos todos cometemos la transgresión de no saber reprochar a nuestro
prójimo, algo que debemos de tener mucho cuidado ya que en muchos de los casos
cuando se hace un reproche está acompañado de ira, molestia hacia la otra
persona y sobre todo cuando se reprocha no en aras del cielo causa un gran mal
en la otra persona. Ahora bien en muchos de los casos quien reprocha hace más
bien Lashon Hará de quien reprocha”.
EL REPROCHE CONSTRUCTIVO
Comenta el Rabino Simja Cohen;
“En las explicaciones del Talmud, muchos pasajes muestran que cuando se refiere
a las características de un amigo verdadero, se habla de aquel que reprocha y
eleva, que alerta sobre las cosas negativas, y no las oculta ni se escapa de
ellas, sino que llama la atención por las cosas incorrectas que se deben
mejorar”.
Según el Jazon Ish ZT”L; “El
reproche debe estar fundamentado en el amor, ya que no hay nadie digno de
reprochar”.
Los demás verán las fallas
nuestras que generalmente nosotros mismos no vemos, debemos ser humildes en
aceptar la “crítica constructiva” algo que es bastante complejo de reconocer.
Nuestros errores en la mayoría de los casos son mucho más grandes que los errores
que vemos en los demás, es allí donde debemos trabajar en aceptar nuestras
fallas y procurar mejorar cada día.
LA OPINION DE RABI MOSHE BEN
MAIMON
Evidentemente lo que enseño el
RAMBAM en Mishne Torah nos enseña grande valores, ya que en el mismo no solo
disfrutamos de opiniones Halajikas de este gran Rabino.
Aprendemos en el capítulo 6 en
los versículos 7, 8 y 9 de Mishne Torah página 20 de editorial Sinai:
“Si uno ve que su prójimo ha
cometido una falta o marchado por mal camino, tiene el deber de hacerlo
retornar al bien y de hacerle saber que se está haciendo culpable por sus malas
obras.-Debe hablarle amablemente y con suavidad, y hacerle ver que solo se lo
dice por su bien-.
Así dijeron los Jajamim: “El que
avergüenza públicamente a su prójimo no tendrá parte en el mundo venidero”
(Baba Metzia 59a). Por lo tanto, cada cual debe cuidarse de no abochornar a
nadie públicamente, ya sea a un joven o a un viejo. No ha de llamarlo por su
nombre del cual el otro se avergüenza, ni mencionar en su presencia nada de lo
que se avergüence-.
Si alguien ha sido ofendido, pero
no quiere enrostrárselo al ofensor por ser este una persona demasiado grosera o
mentalmente perturbada, siempre que lo haya perdonado en su corazón y no le
guarde rencor, se está comportando santamente; la Torah solamente objeta a los
que guardan rencor”.
LIBRANOS HASHEM DE HACER
REPROCHES
Posiblemente sea la parte más
complicada de todo, reconocer que no tenemos los meritos para reprocharle a
nadie su error ya que con el nuestro es suficiente.
Retomando lo que dijo Rabi Najman
de Breslev en Likutey Moharan II, 8;
“Y como ha dicho Rabi Akiva:
“Dudo que exista en esta generación alguien que pueda reprochar a los demás”, y
sí Rabí Akiva dijo esto en relación a su generación, entonces, tanto mas es
actual en la nuestra”.
Quiera HaShem podamos llegar a
ser buenos judíos.
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